Dune es una reciente película de ciencia ficción, basada en la novela del mismo nombre escrita por Frank Herbert en 1965. Dirigida por Denis Villeneuve, su historia adapta la primera mitad del libro: centrándose en la vida de Paul Atreides, el heredero de una noble familia que ha sido encomendada con el control de Arrakis, un planeta desértico. Sin embargo, este planeta representa una gran ventaja política y estratégica, ya que es la única fuente de especia en el universo, con la cual es posible realizar viajes interestelares. Esto hace que sea un elemento muy codiciado, por lo que hay quienes buscan acabar con Paul y su familia para apoderarse de su producción. Esto eventualmente da lugar a un conflicto en el cual Paul deberá aceptar su lugar como el elegido para preservar la paz en medio de una guerra brutal a lo largo de la galaxia.
La novela original de Dune es considerada por muchos como la mejor historia de ciencia ficción de todos los tiempos. Sin embargo, debido a su complejidad ha sido difícil adaptar su historia a otros medios de entretenimiento. Y aunque en 1984 se logró hacer una película dirigida por David Lynch, ésta fue recibida negativamente. Debido a esto, había una gran expectativa cuando en 2017 se anunció la más reciente adaptación, siendo producida por Warner Bros y Legendary Pictures. Afortunadamente, la nueva entrega de Dune ha sido muy bien recibida, destacándose por apego al material original así como atractivo visual.
De hecho, tan solo una semana después de su estreno se confirmó el desarrollo de una secuela, la cual se espera llegue a cines en octubre del 2023. Christopher Nolan, un reconocido cineasta en la industria, ha descrito la cinta de Dune como la unión perfecta entre acción en live action y efectos visuales generados por computadora. Esto no es de sorprender tomando en cuenta como el anterior proyecto de Villeneuve, Blade Runner 2049, fue ganador de un Premio Oscar por Mejores Efectos Visuales.
Y es que los efectos especiales utilizados en Dune fueron creados por DNEG, uno de los estudios más renombrados del mundo en el campo de vfx y animación. Además de su trabajo en Dune, también han participado en distintas cintas del Universo Cinematográfico de Marvel, así como la reciente cinta animada de Ron’s Gone Wrong. Por si fuera poco, la producción también contó con la supervisión de Paul Lambert y Gerd Nefzer, quienes también han ganado Premios Oscar por su trabajo en la industria cinematográfica.
Como todo mundo sabe, hoy en día se utilizan mucho las “pantallas verdes” durante la filmación para así poder agregar efectos especiales en post producción. No obstante, en el caso de Dune se usaron pantallas cafés. Debido a que gran parte de la cinta fue grabada en los desiertos de Jordan y los Emiratos Árabes Unidos, el uso de pantallas café permitió que cualquier elemento agregado de manera digital pudiera incorporarse a las escenas de manera más realista. Desde edificios y explosiones hasta criaturas gigantescas como lo son los gusanos de arena.
Estas son bestias enormes que habitan en el planeta Arrakis, siendo temidas por ser capaces de devorar todo a su paso. Para grabar las escenas donde aparecen los gusanos se utilizaron enormes plataformas mecánicas que se movían por debajo de la arena, haciendo vibrar el desierto a su alrededor. Posteriormente se añadían las escamas, dientes y otras partes del animal mediante computadora. De esta manera y combinando efectos digitales y prácticos, se logró un aspecto más auténtico. Y según explica Lambert, hay más de 2,000 tomas similares que combinan ambos tipos de efectos especiales a lo largo de Dune.
“Soy un artista de vfx y supervisor que jamás va a sugerir que trabajemos únicamente mediante pantallas verdes y efectos digitales. Simplemente no trabajo de esa manera y fue muy liberador poder hallar nuevas maneras de lograr el aspecto visual que requería la cinta. Incluso en algún punto consideramos usar muchos explosivos, pero siendo que estábamos grabando en el Medio Oriente, nos dimos cuenta que no sería ideal”. – Paul Lambert, supervisor de efectos especiales en Dune.
Durante la producción se utilizaron principalmente 4 herramientas: Clarisse iFX es un programa especializado en creación de escenarios así como iluminación y renderizado, el cual fue usado para darle textura a los gusanos de arena. Autodesk Maya fue el software empleado para animar sus movimientos y finalmente se dio composición a todas las tomas mediante Nuke. Y para cuando los gusanos de arena no son visibles y se mueven bajo la superficie, se creó una simulación de partículas y movimiento con ayuda de Houdini.
Algo importante a destacar es que si bien Dune hace un gran uso de los efectos especiales, Villeneuve afirma que casi no se usaron fuentes de luz externa durante la producción. De hecho, durante las escenas que toman lugar en el desierto, únicamente se usó la luz natural del sol. Para ello se tuvo que planear detenidamente cada escena siguiendo estrictos horarios, de manera que se pudiera aprovechar al máximo la luz natural disponible en cada día. No obstante, había días en que el calor era demasiado insoportable para los actores, por lo que únicamente podían grabar durante las primeras horas de la mañana o un par de horas antes del atardecer.
Y durante esta fase de preparación también se usó extensivamente el proceso de previsualización, proporcionado por MPC y The Third Floor. La previsualización es una herramienta que le permite a los cineastas poder armar una versión digital de cualquier escena en una película, aún antes siquiera de comenzar a grabar con los actores en el set. De esta manera, los directores pueden usar las tomas de previsualización como una guía en la filmación, yendo incluso cuadro por cuadro con total lujo de detalles.
Finalmente y como en el caso de otras cintas recientes, Dune se vio afectada por la pandemia mundial. Si bien los planes eran completar los efectos visuales de postproducción en un estudio de Los Ángeles, el trabajo tuvo que ser completado de manera remota. No obstante, Villeneuve halló la manera de mantener el ritmo de trabajo y supervisar todo desde su casa en Canadá. Para ello instaló docenas de monitores, de manera que pudiera dirigir todo el proceso y seguir en constante comunicación con el resto del equipo. Y una vez que estuvo todo listo, regresó a Los Ángeles para armar la versión final de Dune junto a Joe Walker, el encargado de edición en el proyecto.