La Inteligencia Artificial es un recurso cada vez más popular y controversial, pues es capaz de generar imágenes en cuestión de instantes. Si bien esto puede abaratar los costos de una producción, hay problemas éticos y legales en este proceso. Para empezar, muchos artistas temen quedarse con menos oportunidades de empleo ahora que una máquina puede recrear su trabajo.
Y por si fuera poco, muchas de estas herramientas que utilizan inteligencia artificial necesitan ser entrenadas primero para poder recrear un estilo artístico en específico. Esto lo hacen analizando el trabajo de muchos artistas online sin que ellos den su aprobación en primer lugar. Todo esto ha provocado que la comunidad creativa en general se manifieste en contra del uso de la inteligencia artificial. Y mientras algunos alegan que el uso de avances tecnológicos como esté es inevitable, lo cierto es que no es correcto que estas máquinas se “aprovechen” del arduo trabajo que otros artistas se esforzaron en crear antes.
“Estoy completamente disgustado. Si en realidad quieres crear algo, ve y hazlo. Pero yo jamás desearía incorporar esta tecnología en ninguno de mis trabajos. De hecho, siento fuertemente que esto es un insulto a la vida misma”. – Hayao Miyazaki, durante una presentación sobre el uso de inteligencia artificial.
El arte como tal es un proceso creativo mediante el cual las personas reflejan sus ideas, emociones y experiencias. Por ello, la idea de que una máquina pueda hacer “arte” elimina todo el factor humano en el proceso, ya que solo se basa en códigos de su programación. Hay quienes opinan que el crear una máquina capaz de hacer todo esto es una obra de arte en sí, pues a fin de cuentas tuvo que haber personas involucradas detrás de su desarrollo.
Independientemente de cual sea tu postura en este asunto, lo cierto es que el uso de la inteligencia artificial cada vez gana más popularidad. Es un recurso que existe aquí y ahora, no va a desaparecer. De hecho, algunas compañías han comenzado a experimentar con ella, buscando la manera de integrarla en sus proyectos para cubrir la “falta” de artistas en un estudio y abaratar costos. Una de estas compañías es nada más ni menos que Netflix.
Dog and Boy es un cortometraje de animación japonesa que debutó en febrero del 2023. Y aunque sí se utilizó a personas reales para dibujar y animar a los personajes, todos los escenarios fueron generados por medio de una herramienta de inteligencia artificial. A pesar de que la animación e historia en este corto fue elogiada por muchos, también desató una controversia pues se acusó a Netflix de usar una máquina simplemente para no tener que contratar a más artistas.
Por supuesto, Netflix afirma que esto fue únicamente para cubrir la falta de artistas disponibles. No obstante, esta falta de artistas se debe principalmente a las injustas prácticas laborales que sufren los animadores en Japón. De acuerdo a datos publicados en 2018 por la Asociación de Animadores y Creadores en Japón, los animadores inbetween, es decir, aquellos que dibujan los cuadros intermedios entre cada acción para que el movimiento luzca más fluido, ganan aproximadamente $2 dólares por dibujo. Por esto, mientras que algunos esperan lograr un ascenso como directores o productores, muchos creativos deciden abandonar la industria. Y esto provoca la falta de artistas en ella.
En febrero del 2023 también tuvimos el lanzamiento de “Anime Rock, Paper, Scissors”, un cortometraje creado por Corridor Digital usando programas de inteligencia artificial para simular el estilo característico del anime. Los programas en cuestión son Stable Diffusion, Dreambooth y DaVinci Resolve. No obstante, aunque sus creadores afirman que han creado un método mediante el cual cualquiera puede hacer caricaturas y anime, muchos artistas alegan que no es el caso. Pues en realidad, se utilizaron grabaciones de actores utilizando vestuarios y disfraces. Posteriormente se entrenó a la inteligencia artificial para que pudiera replicar el estilo de un anime llamado Vampire Hunter D: Bloodlust.
Finalmente, se utilizaron los programas ya mencionados para aplicar un filtro y convertir la grabación live action en “anime”. Por su parte, los escenarios fueron creados digitalmente con Unreal Engine y también se les aplicó el mismo filtro que a los personajes. Todo este material fue compuesto para crear una misma escena mediante pantallas verdes en posproducción. Y el resultado es impresionante para ser honestos, pero muchos artistas lo llaman una forma más avanzada de rotoscopia y no necesariamente “hacer caricaturas”.
La rotoscopia es una compleja técnica utilizada en el pasado, que involucra la grabación de escenas con personas reales, tras lo cual los animadores dibujaban encima trazando las escenas, cuadro por cuadro. Esto da como resultado una animación mucho más realista y vívida. La diferencia aquí es que no hay dibujo involucrado en el proceso y todo es realizado por la inteligencia artificial. Aún así, el resultado es bastante bueno aunque no perfecto. Si de todos modos te interesa conocer más acerca de esto y como Corridor Digital pudo crear este cortometraje, tienen un tutorial explicando el proceso paso a paso en su sitio oficial.
¿Habrá manera de usar la inteligencia artificial en proyectos animados sin poner en riesgo el empleo de los artistas? Aaron Blaise, veterano de Disney que participó en las cintas de Aladdin y Hermano Oso, piensa que es posible. Acerca del corto de Corridor Digital, opina que no se trata de animación como tal sino simplemente un filtro avanzado para dar un acabado similar. Más que animación, lo catalogaría como efectos visuales. De igual manera, está completamente en contra de que se entrene inteligencia artificial usando la obra de artistas sin su consentimiento. No obstante, los artistas podrían emplear estas herramientas para sí mismos, entrenandolas con su propio estilo y usandolas para que les ayuden con temas de iluminación, sombreado y colores. De manera que los artistas sigan siendo los responsables de crear y la inteligencia artificial sólo se utilice para acelerar el proceso final.
“Podría ayudarme a aplicar luces, colores y sombras en mis propios dibujos pero no creo que vaya a reemplazar a los animadores como tal. De igual manera que las cámaras no reemplazaron a los pintores. Más bien se va a utilizar para expandir las técnicas y estilos disponibles. Cada vez que hay avances tecnológicos en la industria del entretenimiento, la animación explota con nuevas ideas y posibilidades. Pero quién sabe que suceda en un futuro y si la inteligencia artificial sea capaz de animar por completo. Ni siquiera creí que sería posible dibujar sobre tabletas y computadoras hace 40 años, así que quién sabe”. – Aaron Blaise, animador veterano de la industria.