Cuphead es un videojuego de acción y disparos desarrollado por Studio MDHR en 2017. Además de su nivel de dificultad, se distingue por emular el estilo de animación característico de las caricaturas en 1930, ya que se inspiraron en las obras de Walt Disney, Ub Iwerks y Fleischer Studios. El juego ha sido considerado todo un éxito al vender más de 6 millones de copias y ganar diversos premios por su dirección artística y diseño visual. Y siendo que las series basadas en videojuegos también pueden llegar a triunfar, Netflix anunció en 2019 que produciría una serie animada basada en el juego, titulada The Cuphead Show!
En esta serie se expandirá la historia del juego original, mostrando áreas y personajes nuevos. La serie estará dirigida a miembros de toda la familia: cautivando a los niños con su peculiar estilo de animación sin dejar de lado un sentido del humor más adulto. Los creadores de Cuphead, Chad y Jared Moldenhauer, serán productores ejecutivos del proyecto. También contará con la colaboración de Dave Wasson y Cosmo Segurson, quienes trabajaron en cortos animados de Mickey Mouse y La vida moderna de Rocko. Por su parte, la animación ha sido realizada por Lighthouse Studios.
Fue durante el Festival de Animación Annecy en 2020 que se mostró el trabajo en progreso para la serie. Además de mostrar las primeras imágenes de la caricatura, se confirmó que The Cuphead Show estará conformado por 12 capítulos de 10 minutos de duración cada uno. Y si bien el año pasado se mostró un pequeño teaser, recientemente se publicó el primer trailer oficial, anunciando la fecha de estreno para el 18 de febrero del 2022. No obstante, a pesar de que aún ni se estrena su primera temporada, la serie ya ha sido aprobada para recibir una segunda y tercera entrega, alcanzando un total de 48 episodios.
Ya anteriormente te hablamos del arte conceptual y diseño de personajes en el juego original, sin embargo, ahora nos toca hablar del proceso de producción y animación en The Cuphead Show. Cabe destacar que para el desarrollo del juego, todas las animaciones fueron dibujadas completamente a mano, mientras que los fondos se pintaron mediante acuarelas. Finalmente todos los colores fueron retocados de manera digital por medio de Photoshop. Así que el reto ahora consistía en trasladar todo eso a la producción de la serie.
Adicionalmente, se debía expandir significativamente la narrativa. Esto implicaba introducir nuevos personajes así como desarrollar a quienes ya estaban establecidos. También había que cambiar ciertos elementos: mientras que en el juego Cuphead y Mugman pueden disparar con la punta de sus dedos, en la serie los hermanos ya no tienen poderes mágicos. Aunque todo es un mundo de caricaturas, era importante establecer las reglas que iban a regirlo para mantener cierto realismo.
“Al inicio hubo ciertas pláticas acerca de ya no usar al personaje del Diablo. Después de todo puede ser un poco controversial. Pero para que tus héroes se destaquen, deben tener un buen villano al cual enfrentarse y que mejor villano que el mismísimo Diablo”. – Dave Wasson, productor ejecutivo en The Cuphead Show.
Algo que era común en la década de 1930 era utilizar la rotoscopia para animar a los personajes. El equipo creativo en la serie consideró hacer algo similar, especialmente durante las escenas musicales en que ciertos personajes realizan bailes y toda clase de movimientos. Pero según recuenta Wasson, hubo un artista de storyboard que se encargó de realizar los paneles para una de esas secuencias musicales y lo hizo tan bien que decidieron que no sería necesario usar rotoscopia.
Mientras que el juego original estuvo en desarrollo y producción durante 7 años, The Cuphead Show no tenía el beneficio de contar con tanto tiempo. Así que para cumplir con las fechas de entrega que requiere una plataforma de streaming como Netflix, se utilizó Toon Boom Harmony para realizar la animación. Aún así, el proceso requiere de varios ajustes manuales para realizar las poses especiales de varios personajes. De esta manera, según Wasson, pueden mantener cierta esencia de las técnicas tradicionales que hicieron al juego tan destacado.
“Adaptamos nuestro pipeline de animación digital en cut out para incorporar elementos dibujados a mano y animados tradicionalmente. Agregamos iluminación y efectos 2D dibujados manualmente cuadro por cuadro, terminando con sombras compuestas en cel para obtener el acabado deseado. Esperamos que le guste a la audiencia”. – Claire Finn, gerente directora en Lighthouse Studios.
Finalmente, Andrea Fernández fue la directora de arte encargada de mantener el estilo visual clásico de los años treinta durante toda la serie. Esto involucró muchas horas de estudio, buscando referencias en los archivos de Disney Animation y otros estudios de la época. Hoy en día las cintas originales tienen ciertos filtros y se han distorsionado aún en el caso de remasterizaciones. Así que era vital hallar ejemplos del material original.
Y aunque la rotoscopia no fue utilizada en The Cuphead Show, si se implementó el proceso estereoscópico: es decir, utilizar fondos en live action sobre los cuales sobreponer la animación. Por ejemplo, en una de las tomas se creó una réplica en miniatura de la cabaña de Cuphead. Posteriormente se encimó la animación 2D. Para ello se contó con la ayuda de Screen Novelties, quien también realizó animaciones en stop motion para la serie.
“Desde las pinturas de los escenarios y la paleta de colores hasta el delineado y los efectos, todo es evaluado en base a si era posible haberlo hecho en la década de 1930. Si algo se siente muy moderno o está fuera de lo que hubiera sido posible en aquel entonces, ajustamos la dirección artística”. – Andrea Fernández, directora de arte en The Cuphead Show.