En la complicada y competitiva industria animada no basta únicamente con tener pasión y talento. Si quieres que tu idea triunfe, debes conocer el mercado y sus necesidades así como a las distintas productoras o estudios. También necesitas conocer los elementos indispensables que debe tener tu historia para llamar la atención de los ejecutivos e inversionistas. Si siempre has deseado poder desarrollar tu película animada pero no sabes ni por dónde empezar, a continuación te compartimos diversos consejos para guiarte en este laborioso proceso.
Esta información es proporcionada por Martin Grebing, presidente de Funnybone Animation Studios, estudio de animación que ha colaborado en cintas como La Era de Hielo 4 y Horton Escucha a Quien. Ten en cuenta que hoy en día existen varias maneras en que puedes publicar un proyecto animado, e incluso varias producciones independientes han logrado ser exitosas a su manera. Sin embargo, generalmente se requieren de tres factores para poder desarrollar tu película animada: contactos, dinero y esfuerzo.
¿Alguna vez has intentado ponerte en contacto con un estudio? Lo cierto es que la gran mayoría no aceptan guiones ni presentaciones de ideas que no han solicitado. Después de todo, no pueden gastar su tiempo ni dinero en escuchar o desarrollar todas las propuestas de los artistas que desean dar a conocer su obra. Y es que seguramente hay cientos de creativos que quieren desarrollar su propio proyecto, ¿así que cómo puedes hacer que presten atención a tu idea?
Afortunadamente existen los festivales de animación, donde no sólo puedes ponerte en contacto con los ejecutivos de desarrollo de múltiples cadenas televisivas y estudios, sino que también incluso hay concursos diseñados especialmente para hacer el pitch de un proyecto. Por ejemplo, Cartoon Network realiza diversas convocatorias cada año en eventos como Pixelatl o Chilemonos, donde se buscan ideas para desarrollar nuevas series animadas. Pero en caso de que no puedas esperar a uno de estos eventos, también puedes ponerte en contacto con un estudio por medio de un agente, representante o productor.
Los ejecutivos de un estudio no suelen lidiar con la gente ordinaria que busca dar a conocer su idea, sin embargo, pueden estar interesados en escuchar lo que un agente experimentado tenga que decir. Y esto puede ser lo que te consiga la oportunidad de hacer el pitch para desarrollar tu película animada. Por supuesto, primero tienes que tener presupuesto suficiente para pagar los servicios de un buen agente. Y aunque puede que te logre obtener la oportunidad de presentar tu proyecto, no hay garantías de por medio. A pesar del riesgo que esto puede representar, el correcto representante o productor puede hacer toda la diferencia en lograr atraer a la gente adecuada, misma que puede invertir en tu proyecto animado.
Tal como mencionamos anteriormente, puede que te den la oportunidad de presentar tu proyecto ante los ejecutivos de un estudio. Esto sin duda representa un gran logro, no obstante, aún hay más trabajo por hacer si esperas triunfar y desarrollar tu película animada. Y es ahí donde radica la importancia del pitch. Sin importar si es presencial o de manera virtual, hay medidas que puedes tomar para aumentar las posibilidades de éxito de tu pitch.
Primero que nada, investiga a las casas productoras y estudios, de modo que entiendas sus requerimientos y el tipo de producciones que realizan. No tiene caso que te presentes con la idea de realizar una cinta de acción con múltiples escenas violentas si el estudio en cuestión se dedica a hacer comedias y películas infantiles. Conoce a los principales jugadores en el mercado e identifica cuales se alinean al proyecto que tienes en mente. También debes definir el género, estilo artístico y la audiencia a quien va a estar dirigido.
No necesitas ser un artista y tener todo el arte conceptual y diseño de personajes listo, ya que tendrás oportunidad de desarrollar el estilo visual de tu proyecto en caso de ser aprobado. Pero si debes tener al menos una idea de cómo deseas que luzca tu proyecto y debes contar al menos con unas imágenes de referencia que ayuden a entender tu visión. De hecho, tampoco es necesario que en tu pitch esté ya definido cada aspecto, ya que seguramente se irán dando cambios a lo largo del proceso. Lo importante es que tengas definidos los aspectos más importantes en cuanto a la historia y los personajes pero que también seas flexible en cuanto a los ajustes que se puedan requerir. Y para ello necesitas una biblia de animación.
La biblia de animación es un documento que contiene toda la información narrativa y visual sobre tu proyecto. Ya sea un cortometraje, una película o serie animada, esta herramienta sirve para presentar la historia, personajes, datos técnicos y arte visual, a productores o encargados de desarrollo en un estudio. ¿Qué elementos debe contener tu biblia de animación? Si te interesa conocer esto más a detalle, te sugerimos que leas nuestra nota que habla específicamente de esto aquí.
Si tienes toda la información lista, entonces solo queda practicar una y otra vez. No es necesario que te memorices cada palabra, ya que un pitch demasiado ensayado puede resultar aburrido para los ejecutivos. Pero si debes familiarizarte con toda la información que debes presentar de manera que puedas exponerla de manera fluida y concisa. Un buen pitch se puede llevar a cabo en tan sólo 30 minutos o menos.
Toma los primeros 5 minutos para presentarte ante los ejecutivos así como para preparar tu presentación. Después utiliza los siguientes 15 minutos para hacer tu pitch, exponiendo tu idea y pasando por todos los puntos importantes en tu biblia de animación. Considera 5 minutos para responder cualquier pregunta que puedan tener los ejecutivos. Finalmente, usa los últimos 5 minutos para concluir tu presentación y despedirte.
Siendo que los pitches se hacen ahora de manera virtual, se recomienda que puedas familiarizarte con los programas para hacer presentaciones en línea para que evites tener fallas técnicas durante el proceso. A su vez, debes tener copias y documentos digitales en pdf que puedas compartir con los ejecutivos al terminar el pitch para que los revisen detenidamente más adelante.