El stop motion es un estilo de animación donde los personajes y escenarios son representados mediante marionetas y maquetas. Estas a su vez son fotografiadas con cada pequeño movimiento realizado poco a poco, de manera que cuando se reproducen todas las imágenes en secuencia se puede dar la ilusión de que las marionetas tienen vida. Debido a ello, el stop motion es una técnica altamente manual y artística que usualmente requiere mucho tiempo de producción. Si bien se puede animar cualquier objeto físico mediante esta técnica, por lo general se emplean marionetas, figuras de plastilina o recortes de papel. Y aunque hoy en día no vemos muchas producciones animadas en stop motion, no quiere decir que sea un género de la animación que haya quedado en el olvido. Por ello, a continuación te presentamos un vistazo a la evolución del stop motion por medio del trabajo de Mike Johnson, uno de sus principales exponentes en la actualidad.
Johnson es un animador especializado en la técnica de stop motion, quien ha colaborado en cintas icónicas como El Extraño Mundo de Jack y El Cadáver de la Novia. Además de fundar su propio estudio de animación, Fat Cactus Films, Johnson es también maestro de stop motion en CalArts y la Universidad de Los Ángeles. Recientemente estuvo presente en la edición online del Festival Pixelatl 2021, donde habló no sólo sobre su carrera profesional sino también de los orígenes del stop motion y cómo esta técnica ha ido cambiando gracias a las nuevas herramientas digitales. Por si fuera poco, también brindó escenas detrás de cámara sobre sus distintos trabajos, exponiendo la evolución del stop motion durante los últimos 25 años.
Aunque es verdad que los inicios del stop motion se remontan hasta inicios del siglo XX, esta técnica de animación comenzó a cobrar más popularidad en 1933 gracias a King Kong. Esta cinta fue dirigida por Merian C. Cooper, mientras que la animación fue realizada por Willis O’Brien. Previamente a su trabajo en King Kong, O’Brien había colaborado como artista de efectos especiales en distintas cintas y cortometrajes, lo que le permitió ir refinando su técnica de manera que el movimiento luciera más fluido y realista.
“En proyectos anteriores, O’Brien había tenido que realizar unos cuantos segundos de animación stop motion. Sin embargo, para King Kong debería de crear secuencias mucho más extensas, además de que las marionetas aparecían en escena junto a los actores en persona. Todo esto representó un reto, necesitando un mayor esfuerzo para pulir su técnica a un nivel tan ambicioso”. – Mike Johnson, hablando sobre la evolución del stop motion.
Por supuesto, hoy en día es fácil entender que se trata de una simple marioneta pero para aquella época, los efectos visuales logrados en King Kong se consideraban revolucionarios. El rotundo éxito logrado por esta cinta implicó el desarrollo de diversas secuelas y spin-offs, para los cuales O’Brien necesitó ayuda. Para ello se contrató a Ray Harryhausen, quien también se convertiría en una de las figuras más importantes en la producción de stop motion. Su trabajo incluso le hizo merecedor de un Premio Oscar por Mejores Efectos Visuales. Su trabajo además influenció a otros grandes cineastas como Steven Spielberg, Peter Jackson, Tim Burton, James Cameron, George Lucas, Guillermo del Toro, Henry Selick y Wes Anderson entre otros.
Según explica Mike Johnson, la técnica de stop motion ha permanecido casi igual a lo largo de 100 años. Sin embargo, existe una gran diferencia en el proceso que se sigue hoy en día: el uso de cámaras digitales. Antes cuando se usaban cámaras de rollo, el animador no podía ver como iba progresando su secuencia con cada toma. Esto hacía que trabajar en cada escena fuera más arriesgado, ya que no veías el resultado final hasta terminar de grabar todo. Afortunadamente, en la actualidad se puede revisar cada cuadro en una escena de modo que tienes la oportunidad de hacer cualquier ajuste necesario durante la producción. Esto es de gran ayuda para tener control en el movimiento de los personajes, evitando posibles errores técnicos.
“Antes los animadores solo contaban con una herramienta que les permitía medir el espacio entre cada figura así como la distancia que se movían entre cada pose. Debían medir cada uno de estos elementos, tomar una foto de la escena y posteriormente mover las marionetas, volver a medir y tomar otra foto. Al tener 24 fotos de estos movimientos en pequeños incrementos se lograba obtener un segundo de animación”. – Mike Johnson, hablando sobre la evolución del stop motion.
En el caso de Johnson, su carrera comenzó a tomar impulso cuando uno de sus cortometrajes estudiantiles logró presentarse en diversos festivales de animación. Con esto pudo obtener diversos internados y trabajos hasta que finalmente se le dio la oportunidad de participar en una de las cintas más icónicas de la animación en stop motion: El Extraño Mundo de Jack. En esta producción se contó con un total de 120 artistas, destacando el trabajo de Eric Leighton como supervisor de toda la animación en la cinta. Se estima que en total se tomaron 109,440 tomas para completar la película.
Según recuenta Mike Johnson, todo el trabajo fue realizado sin cámaras digitales, lo cual hizo que el trabajo fuera más complicado. Sin embargo, también se implementó el uso de cables de tungsteno para controlar el rig de las marionetas. Además de darles mayor estabilidad y facilidad de movimiento, otra de las ventajas de este material es que es muy delgado y durable, de manera que parecía casi invisible a la hora de grabar cada toma. En palabras de Mike, trabajar en el set de una película de stop motion genera un ambiente de magia y fantasía que no se puede replicar en una oficina llena de computadoras.
Tras completar su trabajo en esta cinta, Johnson pasó a trabajar en diversas series y cortometrajes animados, donde desarrolló sus habilidades: desde diseñar personajes y crear marionetas hasta animar escenas cada vez más complejas. Fue en esta época cuando también logró formar parte de la producción de Jim y el Durazno Gigante. Sin embargo, mientras que en El Extraño Mundo de Jack trabajó como asistente de animación, en esta ocasión tendría un puesto como animador principal. Por si fuera poco, Henry Selick le permitió tomar prestado cierto equipo de la producción para completar los proyectos en que estaba trabajando. Estos nuevamente hicieron aparición en diversos festivales alrededor del mundo.
Tras trabajar como director en una serie de televisión, Johnson obtuvó la oportunidad que había estado esperando tanto: dirigir una película de animación en stop motion. Y esta sería nada más ni menos que “El Cadáver de la Novia”, una aclamada cinta dentro del género. Además de trabajar de cerca con Tim Burton, también pudo volver a colaborar con gran parte del equipo creativo que había estado presente en la producción de El Extraño Mundo de Jack. Pero a diferencia de ésta, El Cadáver de la Novia fue una de las primeras cintas en ser grabada mediante cámaras digitales, volviéndose una innovación técnica de la industria.
“Teníamos planeado utilizar las cámaras estándar que se habían usado en los tiempos de El Extraño Mundo de Jack pero tan sólo dos semanas antes de que iniciara la producción, pudimos conseguir cámaras digitales. Esto representó un riesgo ya que en ese entonces era algo nuevo y en lo cual no muchos tenían experiencia. Pero pudimos hacerlo funcionar y eso nos permitió grabar escenas mucho más rápido”. – Mike Johnson, hablando sobre la evolución del stop motion.
Por otro lado, Johnson explica que la parte más complicada del proceso fue trasladar los diseños y bocetos de Tim Burton a marionetas y modelos reales. Para lograr cumplir las expectativas requeridas, se requirió el trabajo de Carlos Grangel, reconocido artista y diseñador de personajes, así como Mackinnon and Saunders, una empresa británica especializada en la creación de marionetas. Sin embargo, Johnson admite que existen dos tomas que requirieron efectos digitales: específicamente para animar el velo de novia en Emily, ya que era difícil que la marioneta pudiera mantener su velo extendido y fluyera con el viento. El otro 99.98% de la cinta es la magia pura del stop motion.