Wolfwalkers es una película animada de fantasía y aventura, dirigida por Tomm Moore y Ross Stewart. La animación fue realizada por Cartoon Saloon y Mélusine Productions, teniendo su estreno de manera exclusiva por Apple TV a finales del 2020. Su historia nos lleva al pasado, cuando la magia y la superstición reinaban en el mundo. Esta cinta ha sido elogiada gracias a su elenco de voces, profunda narrativa e increíble nivel de animación. Ya anteriormente te hemos hablado acerca del proceso creativo detrás de su producción así como la manera en que lograron combinar animación tradicional con imágenes generadas por computadora y realidad virtual para algunas de las escenas más importantes. Sin embargo, ahora nos vamos a enfocar en otro aspecto crucial de la película: la dirección de arte en Wolfwalkers.
Quizás te estés preguntando, ¿en qué consiste precisamente la dirección de arte? Esta labor consiste en manejar a todo el equipo creativo en una producción audiovisual. Esto va desde asignar responsabilidades para los artistas hasta desarrollar diseños preliminares o crear nuevos personajes solicitados por el equipo de guionistas. Por supuesto, a lo largo de todo el proceso se debe también supervisar, revisar y aprobar todo el trabajo hecho por los demás miembros del equipo creativo. Es por todo esto que es una labor especialmente importante y complicada en cualquier proyecto audiovisual. Habiendo dicho esto, aquí te hablaremos más a detalle acerca de cómo fue la dirección de arte en Wolfwalkers.
Y si bien Tomm Moore y Ross Stewart fueron los directores del proyecto, este trabajo recayó específicamente en Maria Pareja, quien fue la directora de arte para la película. Fue ella quien ayudó a desarrollar y coordinar el estilo artístico y lenguaje visual que presenciamos en Wolfwalkers. Esto resulta especialmente interesante ya que era la primera vez que Maria tomaba un cargo tan importante en una producción animada.
Años atrás se encontraba estudiando animación en la ciudad de Madrid, España. Tras ver uno de los primeros trailers de la cinta, Maria decidió enviar su portafolio de arte a Cartoon Saloon, donde fue revisado por el mismo Tomm Moore. Tras recibir y aprobar una prueba, Maria inició realizando ilustraciones para los fondos y escenarios, sin embargo, poco después comenzó también a realizar diseños para la producción. Fue ahí donde poco a poco comenzó a involucrarse en el área hasta que finalmente empezó a hacerse cargo de la dirección de arte en Wolfwalkers.
Afortunadamente Maria no tuvo que hacer todo este enorme trabajo por sí sola. Si bien Ross Stewart fue uno de los directores de la cinta, anteriormente había colaborado como director de arte en las cintas previas del estudio. De esta manera, ya se había definido previamente el estilo visual que se usaría en la película, siguiendo aquel que se había usado en las producciones anteriores de Cartoon Saloon.
“Muchas de las ideas acerca de la película ya estaban ahí, estaba claro que escenarios se necesitaban y los diferentes estilos que se iban a utilizar para cada uno de ellos. Pero aún había mucho trabajo por hacer antes de definir completamente el estilo artístico y ahí fue donde pude ayudar más. Hubo mucho espacio para ser creativos y el equipo entero logró hallar la manera de definir las ideas que ya estaban presentes, convirtiéndolas en algo más atractivo y sólido”. – Maria Pareja, encargada de la dirección de arte en Wolfwalkers.
Tomm Moore está de acuerdo con ello, afirmando que muchas ideas estaban presentes desde los tiempos en que Cartoon Saloon comenzó a trabajar en La Canción del Mar y El Secreto de Kells. Por ejemplo, en estas cintas se crearon distintos escenarios usando lápices y acuarelas, dándoles un toque más suave y orgánico. No obstante, otras ideas tuvieron que ser descartadas en aquel entonces por cuestiones de tiempo y dinero. Siendo que Wolfwalkers sería el cierre a su trilogía de folclor irlandés y que se contaba con un presupuesto mucho mayor que antes, Tomm decidió que era hora de llevar todas esas ideas al papel y hacerlas realidad.
“Otro aspecto muy importante para nosotros es que queríamos colaborar. Ross y yo estábamos cansados de nosotros mismos y no queríamos encerrarnos en nuestras propias ideas. Juntos habíamos creado los primeros diseños de personajes pero nos dimos cuenta de que estaban cayendo en lo genérico. Fue por eso que le pedimos a Maria y a todo el equipo de ilustración que nos ayudase y trajeran sus propias ideas”. – Tomm Moore, fundador de Cartoon Saloon y director de Wolfwalkers.
Por supuesto, Tomm reconoce que esto fue más complicado de lo que suena. Después de todo, hay decenas de artistas diferentes en el equipo de ilustración y es inevitable que cada uno de ellos tenga un estilo o método característico. Pero al final del día, al presentar cada una de las escenas en la película, era importante lograr que todo se viera uniforme y como si hubiera sido hecho por una sola persona. Esto se vuelve especialmente complejo cuando tomas en cuenta que la dirección de arte en Wolfwalkers tuvo que manejar no uno sino dos estilos completamente diferentes.
Esto lo lograron utilizando diferentes líneas y trazos para cada escenario: mientras que la ciudad se usarían figuras y líneas rígidas, el bosque tendría un aspecto más orgánico con figuras y líneas más sueltas. Otro punto importante a notar es que la ciudad utiliza muchas sombras y líneas rectas para crear un ambiente más opresivo. Por su parte, el bosque se distingue por usar luces, tonos vibrantes y diseños que evocan una sensación de libertad y amplitud.
Este tipo de contrastes se terminaron por aplicar no solo a los escenarios sino también a los personajes. Mientras que los ingleses y miembros de la ciudad tienen un delineado grueso y oscuro, los habitantes del bosque tiene un delineado delgado e irregular, casi como hecho a lápiz de manera rápida. De esta manera rápidamente se entiende que son personajes que pertenecen a mundos completamente distintos. ¿Pero qué pasa cuando dos diferentes tipos de personajes interactúan y deben combinar los estilos de arte en Wolfwalkers?
“Esto fue particularmente difícil. Recuerdo que Ross y yo estábamos conversando y teníamos miedo de que pareciera que eran personajes de dos películas completamente diferentes. Todo se veía muy bien en las escenas de la ciudad y de igual manera en el bosque pero no estábamos seguros de que pasaría cuando ambos mundos se encontraran entre sí”. – Maria Pareja, encargada de la dirección de arte en Wolfwalkers.
Esto se resolvió de alguna manera con la creación de un nuevo escenario: las granjas y tierras de cultivo. Este es un lugar que se encuentra a las afueras del pueblo, en cercanía al bosque. Por esta razón, al tratarse de un lugar en medio de ambos mundos, el equipo pudo experimentar mezclando ambos estilos artísticos. De esta manera se mezclaron tintas y acuarelas, tonos monocromáticos y colores vibrantes. Esto en sí representó otro reto adicional pero afortunadamente también sirvió como medio para ver cómo se combinaban los dos estilos de arte en Wolfwalkers. Esto facilitó el resto de la producción en futuras escenas.
Los diseños y dibujos utilizados como “concepto final” fueron otro elemento crucial para lograr cohesión entre los distintos estilos de arte. Recordemos que el arte conceptual se utiliza para ir trasladando las primeras ideas a un medio visual, con el fin de ir desarrollando una idea e ir puliendo el aspecto de los personajes y escenarios. Sin embargo, las pruebas de concepto final siguen un proceso a la inversa: ya que se utilizan como ejemplo del acabado ya terminado que deben tener los elementos visuales en una producción. De esta manera resulta más fácil que los distintos artistas involucrados entiendan la clase de trabajo que deben realizar.
“Afortunadamente en nuestro caso las pruebas de concepto final realmente ilustraban el acabado terminado que debían tener las ilustraciones en la película. Por ejemplo, si realizas un dibujo como concepto final para un juego de computadora en 3D, naturalmente va a ser difícil que se entienda y el acabado sea igual. Pero en Wolfwalkers, teníamos la suerte de estar trabajando principalmente con dibujos y pinturas”. – Mark Mullery, director asistente de Wolfwalkers.
También se tomaron muchas consideraciones a la hora de integrar los distintos personajes dentro de los escenarios. En palabras de Moore, era muy importante que todas las escenas se vieran integradas y que tanto fondos como personajes pudieran apreciarse como una sola imagen. Para ello, se añadieron ciertas texturas y sombras en los personajes, de modo que no parecieran como simplemente superpuestos en un escenario. Adicionalmente se cuidaron detalles en los trazos, para que las líneas de los fondos y los personajes coincidieran lo más posible. Por esto, Maria y su equipo se tuvieron que tomar el tiempo para revisar cada cuadro en cada escena de la cinta. Sin embargo, esto es precisamente uno de los detalles que hizo que la dirección de arte en Wolfwalkers fuera tan sobresaliente.