No es ningún secreto que Netflix se ha esforzado por aumentar el contenido animado en su plataforma durante los últimos años. Esto por supuesto incluye todo lo relacionado al anime, un mercado que tan solo en 2018 tenía un valor estimado de $21 billones de dólares a nivel global. Y aunque hoy en día se considera que la estrategia para impulsar al anime de Netflix se considera un éxito, esto no siempre fue así. Hoy en día, las estadísticas revelan que 100 millones de usuarios vieron al menos un anime en la plataforma de streaming dentro de los últimos 12 meses, sin embargo, años atrás muchos dudaban de los esfuerzos para posicionarse en la industria del anime de Netflix.
Taiki Sakurai, quien actualmente es jefe encargado en la producción de anime de Netflix, era precisamente uno de aquellos que dudaba de su compromiso. Incluso cuando los ejecutivos le prometieron que podría llegar a formar equipos de trabajo con los principales artistas de la industria y dirigir series de anime originales, Sakurai no estaba convencido. Después de todo, años atrás el mundo veía a Netflix como una plataforma de streaming, no como un estudio productor y mucho menos de animación. Tampoco tenía sentido, ¿por qué habrían de gastar tanto dinero para producir series de anime de Netflix cuando podrían únicamente comprar los derechos para algunos de los títulos más populares y darse por satisfechos?
No obstante, Sakurai terminó por darse cuenta de que hablaban muy en serio. Por supuesto, también adquirieron los derechos para títulos populares como Naruto, Los Caballeros del Zodiaco o Neon Genesis Evangelion, pero lo cierto es que también se han producido series originales de anime de Netflix. Ghost in the Shell SAC 2045, Castlevania, Aggretsuko, Brand New Animal y Great Pretender son solo algunos de los ejemplos que están disponibles en la plataforma actualmente. Por si fuera poco, ya se anunciaron 16 nuevas producciones de anime que habrán de llegar a Netflix en 2021.
Fue a principios de los años noventa cuando el anime comenzó a tener una mayor difusión a nivel internacional. Series icónicas del género de animación japonesa, tales como Sailor Moon o Dragon Ball Z, incluso eran transmitidas en Cartoon Network como parte del bloque de programación en Toonami. Pokémon se volvió todo un fenómeno en el mundo y no podemos olvidar la llegada de Funimation, empresa dedicada a la distribución de anime. De igual manera tenemos a Crunchyroll, la primera plataforma de streaming especializada en animación japonesa. Ahora, Netflix se ha ganado un lugar dentro de la industria del anime, ayudando a impulsar esta forma de arte a lo largo del mundo.
Sin embargo, cabe recalcar que algunas de las series de anime de Netflix salen de lo convencional en el género. Si bien tenemos algunas series que siguen lo normalmente establecido, otras deciden ir un paso más allá. La mayoría de ellas dejan atrás las historias de romance y escuela, prefiriendo tomar un camino más orientado hacia la acción o ciencia ficción. En lugar de crear el ambiente y establecer a los personajes poco a poco, se favorece el uso de escenas impactantes y llamativas. Además sus escenarios y personajes quedan fuera de lo que se consideraría usual en Japón, con tal de tener un mayor atractivo ante las audiencias internacionales.
“Claramente hay una variedad de series de anime que son producidas teniendo en mente a la audiencia occidental principalmente. Algunas de ellas son tan diferentes que incluso, algunos japoneses no las considerarían pertenecientes al género del anime como tal. Es como tomar una serie de televisión estadounidense y querer convertirla en un anime”. – Tadashi Sudo, analista de anime y periodista.
Puede que esto amenace con cambiar la manera en que tradicionalmente se define al anime, sin embargo, los riesgos parecen tener una razón de fondo. Después de todo, aunque el anime es originario de Japón y goza de una gran popularidad, la mayoría de las ganancias generadas provienen del extranjero.
Según el informe generado en 2019 respecto a la industria del anime, más de la mitad del mercado pertenece a territorios fuera de Oriente. TV Tokyo, una de las principales cadenas distribuidoras de anime en el mundo entero, concuerda con ello: en 2020 tan sólo el 24% de los ingresos provienen del mercado local, mientras el 76% restante procede del extranjero. Esto sin duda justifica el por que el anime de Netflix suele dejar atrás lo convencional en favor de producir series que puedan despertar más el interés del público internacional.
Con información de Wired.